El pasado viernes fui a probar La Mafia, una franquicia de comida italiana con cierta clase y caché. Llevaba tiempo viendo este sitio al que le predecía fama de algo caro y como tenía antojo de pasta pues me aventuré.
Está situado muy cerca de la calle larga, en el centro de la ciudad, justo en la plaza del mamelón. El local es amplio, con bastantes mesas, muy ordenado y limpio aunque vacío. Al entrar me recibió el camarero que me ubicó una mesa para dos. Por lo que pude ver dispone de patio interior, y varios salones.

Te dan carta y te preparan la mesa al momento sirviendo las bebidas primero. La carta viene en italiano, al igual que la decoración, con nombres de mafiosos como al capone, incluso las sillas tienen su nombre.
Es difícil decidirse entre la variedad que tienen, aunque si, los precios marean un poco, y no solo de alto, sino que cada uno varía según lo que lleve, y la diferencias pueden ser 5 céntimos pero la hay.

Me decidí por una de las recomendaciones, marcadas en la carta con un sombrero de chef, pasta barbacoa. Me apetecía algo clásico, y este lo era pero con ciertos ingredientes picantes. Lo que lleva es carne de ternera, cebolla, pimiento, pepperoni, tomate y lascas de queso, aunque lo acompañan con más queso rayado para ir echándole. También deberás elegir la pasta, entre dura y frescas, en la que me decidí por la que es infinita, además de que era fresca que nunca la había probado antes.

El plato estaba muy bueno, pero no dejaba de ser un plato de pasta, cierto toque picante por el pepperoni. Lo sirven sin mezclar, la pasta al fondo y el resto de ingredientes por encima. También nos sirvieron pan caliente, muy tierno, con mantequilla en porciones, junto a picos largos y aceitunas aliñadas.

El precio del plato era de 12.95,€ más la bebida que también es cara, a 2.50€ de tercio. Si quieren conocer más detalles de la carta pueden visitar La Mafia, en Jerez de su web.