Arsenio manila
Este local se encuentra en el paseo marítimo, al igual que los otros dos que visitamos luego, pero este tiene una peculiaridad, y es que no se encuentra al mismo nivel de la calle, sino que tienes que bajar para visitarlo. Dispone de muchas salas donde estar, desde la terraza a pie de calle, a sofás de lectura, pasando por reservados y mesas en el patio.




La decoración es espectacular, con todo tipo de detalles, sillas de todo tipo, objetos antiguos, pared de hormigón, incluso de estantería con libros que puedes leer. Nos sentamos en una mesa amplia con sofás, muy cómodos, y en el que pudimos comer muy bien. El local en sí, merece una post solo por lo curioso de su decoración.

No había nadie cuando llegamos, y eran las 14:15. Una chica muy amable nos atendió y nos preguntó que queríamos, y pedimos como no, la tapa de ensaladilla y que rápidamente nos dijo, la Juan Palomo. Yo ya sabía como la servían, así que tenía ganas de que me la sirvieran.

Nos prepararon la mesa enseguida, y esperamos a que nos trajeran la tapa, que tardó un poco más de lo normal pero estaba justificada y merecía la pena. Mientras tomamos aceitunas aliñadas muy suaves. Nos dio tiempo para ver más sobre el local, y disfrutamos de la música agradable que pusieron. El sitio es muy recomendable para volver.

Finalmente nos trajo la tapa, con una presentación de lo más original. Llamando la atención por que te la sirven sin hacer, en plan IKEA, puedes hacerla a tu gusto.

Tienes todo lo necesario, las patatas cocidas, las zanahorias, las gambas, los huevos cocidos, la mayonesa, sal, pimienta y picos. Además de un tenedor y cuchillo, donde la chica nos hizo una pequeña demostración troceando una de las patatas e insistió en que después le comentáramos que nos ha parecido.




Nosotros decidimos hacer la mitad de los ingredientes cada uno, y fui el primero. Pasamos un rato divertido, grabandonos en video, es otra de las experiencias que te trae esta ruta gastronómica, que descubres nuevos sabores y propuestas, lugares y cosas distintas. Aquí el video de mi creación.
Así salió mi tapa, en el que salieron dos iguales que esta, y una segunda ronda con otras dos del mismo tamaño. La verdad que con esta tapa ya comes.


Intenté equilibrar los ingredientes y la verdad es que me salió bastante rica, muy suave, hecho puré. Se distinguen todos los sabores del huevo, mayonesa, gambas y patatas, además que siendo hecha por uno mismo, está más buena.

La presentación es muy original, la más original hasta ahora. El precio si, es un poco elevado 13,20€ con dos coca-colas, pero merece la pena por la experiencia. En el conjunto, no solo por la ensaladilla en sí, merece un 5/5 de nota.

Arteserrano

Eran las 14:45 cuando llegamos, es un local que tiene restaurante fuera en el que había bastante gente sentada, no estaba lleno, pero el camarero nos indicó que no podíamos pedir tapas ahí, y nos invito a hacerlo en la barra. Es un sitio muy amplio, con dos plantas, y la barra ya estaba llena de gente, aunque encontramos un hueco de pie.


Me atendieron rápido, cuenta con varios camareros que no paraban de servir, el camarero al pedirle una tapa de ensaladilla me preguntó si quería de gambas o la de espárragos y … , al que contesté que quería la de la cumbre. Tenían puesto los carteles por allí sobre el evento, y además una referente a la tapa en cuestión destacando sus ingredientes.

Me la pusieron en la barra junto a la botella de agua que pedí, y una cesta de pan y picos. La tapa cuenta con dos bolas adornados con tomates cherrys junto a ellos y culminadas de dos galletas crujientes y de buen gusto.

La ensaladilla llevaba espárragos verdes, pero es la base de la mayonesa, así que tenía un sabor a verduras que no desentonaba, le daba un toque peculiar a la ensaladilla. Puede que si la hubiera pedido en otra ocasión, sin el pretexto de la ruta gastronómica no la hubiera probado, pero estas cosas son las que disfrutas, porque descubres nuevos sabores.


Además pude ver que el local circulaba bastantes tapas diferentes, todas ellas con muy buena pinta. Incluso puedes ver los ingredientes frescos con los que las elaboran, ya que están expuestas al público. El sitio merece la pena volver a probar, que a primera vista parece que es más caro de lo que realmente es.


Por la tapa y el agua pagué 3,65€ y la nota de esta ensaladilla le daría un 4/5.

La marea

Antes de acabar en La marea, probamos suerte en «La calle del libre albedrío» pero nos encontramos que estaba cerrado, tenía ganas de probar este sitio, ya que es un local muy peculiar, en el que carece de paredes, pero estaban de reformas. Justo al lado se encuentra La marea, un sitio en el que se dedica casi en exclusiva al pescado y sus variantes, con una amplísima carta. Tienen mesas fuera, en el que estaba abarrotado, y decidimos entrar a la barra.
Cuando llegamos vimos como no paraban de sacar platos y servir a la gente, era un no parar, donde los camareros se desenvolvían bien. Pedimos la tapa de ensaladilla y agua, pedir otra cosa que no sea agua es casi un suicidio, ya estábamos algo llenos con la primera de las tapas. Antes de llegar aquí, en la cartilla de la cumbre mencionaba que tenía tartar de atún rojo salvaje de almadraba, lo cual puede echar para atrás porque es atún servido crudo, pero hay que ser valientes y probar cosas nuevas.

Nos atendieron rápido, pero la ensaladilla tardó un poco más, como suele ser habitual para presentarla supongo porque los platos salían bastante ligeros. Mientras pudimos ver que tienen arroz, con muy buena pinta, y leer un poco la carta, que es enorme y a buen precio.
Llego la ensaladilla y lo primero que destaca es la presentación con huevas verdes fluorescentes, sobre el plato negro, muy llamativo. La sirvieron de forma cilindrica y culminada con el mencionado atún rojo, y una hoja de mojama crujiente.


Al probarla puedes notar un crujido al masticar debido a las huevas que tiene como ingredientes. Es de sabor muy fresco, a mar, en el que el destacado atún le otorga un buen sabor. Todo estaba muy rico, con un toque picante, como la mayonesa que la acompañaba en el mismo plato. En la misma tapa vienen los picos crujientes pero insuficientes para comer la ensaladilla entera.

El precio de la ensaladilla y la botella de agua fue de 3,50€. La nota que le doy es de 4/5.

Helado de postre
Como no solo de ensaladilla vive el hombre, como postre pedimos un helado, pero en un local justo al lado, de elaboración artesanal, en el que tienen de una gama de sabores amplia y con algunos que llaman con especial atención. Podemos encontrar sabores como chocolate, menta, vainilla, los típicos, pero otros como oreo, ferrero, kitkat… Yo pregunté cual era el que más se vendía, y me contestó después de dudar un poco por el de tocino de cielo, así que pedí dos bolas en tarrina mediana, de kitkat y tocino de cielo, una bomba gustativa.

Realmente son de lo que pides, ya que puedes comerte trozos enteros de barras de kitkat o tocino de cielo. Muy recomendable.

Con esto acabamos este día de la ruta de la cumbre de ensaladillas, fueron pocos sitios, pero llenos de buenos platos y experiencias. Próximamente espero traer más platos tan ricos como estos.