En este artículo hablaremos de uno de los conceptos bastante interesante que se aprende en strobist sobre el comportamiento de la luz y que aclara algunas ideas equivocadas que se tienen sobre las sombras suaves y duras.
Estamos acostumbrados a ver todo tipo de elementos colocados en el flash, como pueden ser ventanas y paraguas (de los que aún no hemos hablado hasta ahora) y al ver las fotos que se obtienen con ellas, las sombras que producen son suaves, poco definidas y con transición. Pues bien, tendemos a pensar en un principio que estos elementos que colocamos, modifican la luz, o de alguna manera hacen que la luz produzca esas sombras, lo cual no es cierto.
Lo que realmente ocurre es que variamos el tamaño de la fuente de la luz, y no la luz en si misma. Cuanto más grande sea la fuente de luz con respecto al sujeto, más suaves serán las sombras que se producen. Es decir, desde la perspectiva del sujeto, si nos situamos en su lugar, cuanto más grande veamos esa fuente de luz, más suaves serán las sombras que proyecta.
Para entenderlo mejor, hay un ejercicio muy interesante que pone de manifiesto este concepto. La idea de esta foto es que podemos producir sombras suaves a partir de un flash desnudo. En un principio asociamos al flash desnudo sombras duras y muy definidas, aunque demostraremos que no siempre es así. Una vez más, para los ejercicio, no utilizaremos por ahora el uso de sombrillas ni difusores.
Para ello, debemos tan solo hacer que el flash tenga un tamaño aparente muy grande, esto se consigue con un sujeto que sea, con respecto al flash, más pequeño. De esta manera el tamaño que ve el sujeto es muy grande. De esta manera, tenemos el siguiente ejemplo.

Cámara Nikon D60
Exposición 0,005 sec (1/200)
Aperture f/22.0
Lente 50 mm
Velocidad ISO 100
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